Presentación

¡Hola! Mi nombre es Graciela. Hasta donde llegan mis recuerdos, mi vida está atravesada por palabras, sonidos y plantas. La imagen de mis padres leyéndome cuentos, la casa con música de jazz, clásicos y folclore y el patio cubierto con flores y plantas. Correteando y jugando también mascotas transformadas en un integrante más de la familia. Ver libros y leer fue muy sencillo; disfrutar de la música, ver crecer las plantas y jugar con los perros era la maravillosa costumbre diaria.

El ingreso a la escolaridad no detuvo aquellas prácticas, sino fue acentuándolas. Las palabras comenzaron a ser una compañía habitual que, en algún momento, recibía un elogio de las y los adultos. Pero era un pasatiempo de la infancia. A medida que el tiempo transcurría, fue preciso apelar a cuadernos y luego libretas que concluían todas en el mismo lugar: guardadas en algún rincón, ocultas de miradas extrañas. La adolescencia y el paso por la universidad fue ocasión para animarse a algún certamen, aunque predominaba el continuar manteniendo casi en silencio el juego con las palabras.

Con los años, la tecnología brindó otras posibilidades para guardar. Pero junto a ello, aparecieron los virus informáticos y el peligro quedó a la vuelta de la esquina. Sin embargo, la necesidad de continuar la interacción con las palabras era mayor y, nuevamente la tecnología mostró sus opciones.

Por timidez, solo dos o tres amigas y amigos, conocían los relatos que resultaban del interjuego con las palabras. El disco externo guardaba lo que resultaba de esas historias. Esos buenos y pacientes amigos y amigas coincidían en una expresión: “¿por qué no publicarlos?”. Pasaron los años y otra palabra vino a mí, pues he recurrido a ella en otras ocasiones: “el kairós”. Entonces, pensé, tal vez ya es el momento oportuno de asomarse.

Gracias a esos pocos amigos y amigas que leyeron generosamente mis textos; a Iván, mi asesor tecnológico por su trabajo y paciencia. Un GRACIAS enorme a mis padres, que me transmitieron el disfrute por las palabras, la música, la naturaleza, los animales, la vida; y luchar por las convicciones con honestidad y solidaridad.

Acá iniciamos un diálogo con palabras, imágenes y sonidos que irán saliendo de “un baúl”, buscando a través de una rueca, construir una urdimbre de relatos e historias. Puede ser un “debut y despedida” o permanecer el tiempo que las y los lectores lo permitan.

Quienes accedan a este blog no hallarán genialidades, sólo una invitación a compartir un espacio construido con afecto y mucha dedicación.

El contacto será a través del mail: gracivm366@gmail.com

y acá va un regalo de bienvenida a todxs; música de una peli que amo: Bagdad Café.